Comenzamos la excursión haciendo acopio de víveres y merendándonos un rico helado de chocolate mientras esperábamos a nuestros camaradas montañeros de MIVISA QUERCUS (Manolo, Juan y Juanjo) en el aparcamiento. Somos 6 personas en total. Tras los saludos pertinentes iniciamos el camino hacia Puebla de Don Fadrique. Subimos por una pista forestal hasta nuestro punto de inicio, un pequeño refugio en Las Santas. Sobre las 19:30h. empezamos a mover las piernas y salvo Paco y Roberto que demuestran su buen estado de forma, los demás vamos con tranquiliad disfrutando de la frondosidad de los pinos y del color y calor del verano en el altiplano granadino. Tras un primer esfuerzo y la lucha psicológica de los primeros pasos, llegamos con el motor plenamente en marcha, lento pero seguro, al Collado de las Víboras. Tomamos un poco de aire y líquido y remontamos la empedrada pendiente minetras el sol se va poniendo a nuestra vera. el paisaje se va desolando y sólo sobreviven matorrales, arbustos y pinos retorcidos por el viento y el peso de la nieve en invierno. Alcanzamos nuestro segundo objetivo en el que hacemos un avituallamiento antes de culminar la primera cumbre de la sierra. A nuestra derecha se contempla La Pedrera, el camino ya mejora y prácticamente llegamos a El Embudo sin apenas luz. Vislumbramos como podemos a lo lejos la diminuta luz de nuestros compañeros que ya han hecho cima y tienen montado el parapeto. Un último esfuerzo y llegamos a nuestro objetivo sobre las 22:30h. con un subidón de energía tremendo y una inmensa alegría por este bautizo, en mi caso, de esta maravillosa montaña. Hacemos los preparativos para la cena mientras observamos el nacimiento de una preciosa y densa noche estrellada. Hace frío, bebemos, comemos, reímos, hablamos... Llega la hora de la retirada para Roberto y servidor. No paramos de charrar y de ver estrellas fugaces, parece mentira lo que nos perdemos cada día de nuestras vidas. Las piedras se nos clavan en las nalgas pero da igual, dormimos lo que y como podemos.
Con el amanecer empieza la vuelta y el calor. Hacemos fotos, recogemos, desayunamos y dejamos nuestros fertilizantes regalos a la montaña. La vista es espectacular y el calor empieza a serlo también. Paco y yo bajamos como alma que lleva el diablo haciendo la vuelta en apenas hora y media y con los resbalones y caídas normales en estas situaciones. A las 9:30h. hace un calor impresionante, nos refrescamos en las frías aguas de la fuente que hay al lado del refugio mientras esperamos a los compis. Hay cientos de mariposas por los alrededores de la fuente. La vuelta a la llegada del resto la haceos no sin parar a reponer fuerzas y bien en una brasería. Nos ponemos como reyes con los manjares del lugar, no se nos oye ni pío nada más que para pedir cerveza. -Esto es otra cosa.- añade alguno. Ha merecido la pena el esfuerzo y el viaje, nos despedimos hasta la próxima de nuestros colegas murcianos y emprendemos la vuelta a casa.
Manu
Con el amanecer empieza la vuelta y el calor. Hacemos fotos, recogemos, desayunamos y dejamos nuestros fertilizantes regalos a la montaña. La vista es espectacular y el calor empieza a serlo también. Paco y yo bajamos como alma que lleva el diablo haciendo la vuelta en apenas hora y media y con los resbalones y caídas normales en estas situaciones. A las 9:30h. hace un calor impresionante, nos refrescamos en las frías aguas de la fuente que hay al lado del refugio mientras esperamos a los compis. Hay cientos de mariposas por los alrededores de la fuente. La vuelta a la llegada del resto la haceos no sin parar a reponer fuerzas y bien en una brasería. Nos ponemos como reyes con los manjares del lugar, no se nos oye ni pío nada más que para pedir cerveza. -Esto es otra cosa.- añade alguno. Ha merecido la pena el esfuerzo y el viaje, nos despedimos hasta la próxima de nuestros colegas murcianos y emprendemos la vuelta a casa.
Manu