La Serrella por la cara norte

 Como siempre temprano de cojo... quedamos esta vez en la brasería La Laguna camino de Alcoy para iniciar la aventura. Me he animado y me he ido con la cabra mecánica, mi Honda CB 250, últimamente compañera de mis desdichas. Nos acercamos a la venta Saltera a tomar un café y el arranque pertinente. Iniciamos el camino hacia Famorca haciendo yo y mi burra de avanzadilla del convoy. Tomamos el desvío hacia Benifallim y paramos a comtemplar la maravillosa estampa mañanera en forma de niebla y el perfil de La Serrella al fondo, una delicia. Atravesamos la niebla, yo empapado y temblando de frío, hacia Benilloba, Gorga, Balones, Facheca y llegamos finalmente a Famorca. El camino en sí ya ha sido una aventura y una gozada. Dejamos los vehículos en la Plaça La Font donde hay una fuente centenaria y un lavadero. La montaña está preciosa. empiezan las primeras discrepancias: -¡Por ahí, no, pallá!¡Que no, que aquí pone el camí Rabosa, una pendiente pronunciada!¡Qué por ahí se acaba el sendero!¡Bueno venga tira, lo que tú digas!-. Media hora más tarde y tras caer en el error retornamos al punto de partida: -¡Ya has caído del burro!¡Si es que no hacéis caso, lo pone aquí en el papel y en el cartel que hemos dejado atrás! ¡Hala vuelta a empezar!-

 Comenzamos la dura ascensión hacia nuestra primera parada, el pozo de nieve, no sin antes referescarnos en la fuente que hay en el Valle Colgado, rodeado de chopos. Dejamos atras el pozo de nieve e iniciamos la dura ascensión a la Mallà del Llop donde se encuentra la recompensa en forma de espectaculares vistas de Aitana, Bèrnia, Puig Campana, etc. y la fabulosa cresta de La Serrella. El camino ha sido fabuloso, la montaña nos acoge con sus mejores galas.

 Tras la correspondiente pausa para el avituallamiento recorremos la cresta con la "intención" de ir al encuentro del Plà de la Casa, atravesando el Pico de La Serrella pero entre que nos perdemos y nos separamos en la búsqueda del camino, decidimos que lo mejor es hacer camino de vuelta, que todavía queda un trecho y un buen descenso y se nos echa el tiempo encima, lo dejamos para otra ocasión. La bajada se las trae, el barranco del Moro, pone a prueba nuestra resistencia muscular, hasta que alcanzamos Facheca. Sin llegar a entrar en el pueblo nos desviamos por el PRV-168 hasta llegar a Famorca. Buscamos un local donde refrigerar nuestras tripas un poco con unas cerveces fresques y lo que tenían a mano, más bien poco. C'est Fini!        erManu.

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